ANTOLOGIA DE DECALOGOS LITERARIOS

"Los Diez Mandamientos, considerados útiles reglas morales para vivir en sociedad, tienen un excelente uso literario. El escritor, al contar sus historias, debería hacer que sus personajes violen constantemente estos mandamientos, en conjunto o por partes. Mientras alguien robe, mate, mienta, fornique, blasfeme o desee a la mujer del prójimo tendremos un conflicto y en consecuencia una historia que contar. Por el contrario, si sus personajes se portan bien, no sucederá nada: todo será aburridísimo."
Fernando Ampuero


Uno de los más interesantes y que recoge más sabiduría, tiene un solo postulado. Se lo leí a Alejandro Quintana y dice:

"Porque en realidad ya se ha contado todo; lo novedoso es contarlo de forma interesante".

Es muy común que los escritores, cuando gozan de cierto reconocimiento, decidan organizar sus ideas en forma de recomendaciones que suelen enumerar en listas, generalmente en forma de decálogos, muy a manera de configurar una suerte de "Tablas de la Ley"o de "Diez Mandamientos" , en los que pontifican,-con razón o sin ella, en concordancia con su prestigio y sabiduría o apenas haciendo gala de una vana pretensión un tanto ególatra- sobre sus verdades decantadas acerca del oficio de escribir.

Unos condensan verdaderas sentencias, otras son apenas esbozos que naufragan en su propia babosería; unos son un compendio de ingenio, otros verdaderos destellos de humor, mientras algunos apenas sí resbalan como peligroso chascarrillo en el reino del lugar común.

De todas maneras, en esta página recopilamos algunos de ellos, como elemento para el análisis y estudio de los interesados en el ejercicio de escribir. Muy recomendado para aprendices y aficionados, para lectores desprevenidos, para alumnos de talleres literarios y para todos los que se deleitan del bello arte de la Literatura.

Al final citamos los más ingeniosos, clásicos, reconocidos o polémicos.

Lo que comenzó como un divertimento, pasó a ser una disciplina que permite enriquecer la teoría de la creación literaria, en la voz de los maestros. La idea original parte de la página www.emiliorestrepo.blogspot.com
Comentarios y aportes, favor remitirlos a emiliorestrepo@gmail.com

jueves, 4 de abril de 2024

Decálogo del imperfecto cuentista Homero Carvalho Oliva

 Decálogo del imperfecto cuentista

Homero Carvalho Oliva



Tomado de:https://www.laotrarevista.com/2022/01/decalogos-de-escritores-homero-carvalho/ 

1.- El cuento es el infinito cuya puerta es la página. Si el poeta Vicente Huidobro propone que "el verso sea una llave/ que abra mil puertas", que el narrador sea quien nos cuente porqué están esas puertas. En la superficie llana del papel el narrador recuerda que es un cazador perdido, contando historias alrededor del fuego de la horda, y ahora intenta atrapar el dinosaurio de Augusto Monterroso; mientras persigue las huellas del animal da cuenta del universo. Lleva la cuenta de los hechos y los transforma en palabras, las palabras se convierten en imágenes y la historia de la humanidad sigue su curso.

2.- El cuento es la fuente eterna de la comunicación, en la que se mezcla lo popular y lo sublime, buscando nuevas formas de significar lo ya dicho, en la búsqueda cotidiana de escapar de la mediocridad. Hace un tiempo atrás escribí estas definiciones: La novela es un caballo desbocado cabalgando hacia el vacío; el cuento es un salto mortal sin saber la distancia del vacío; y la poesía — ¡ah, la poesía! — es el par de alas que sobrevuelan al vacío.

3.- El escritor es un marinero desatando nudos para levar anclas y navegar en las ominosas aguas del lenguaje, la mar oceánica de las palabras, al mismo tiempo que busca a la ballena blanca. Es un náufrago solitario escribiendo un diario con su bitácora terrestre. Es un jugador de ajedrez, las palabras son las piezas y el argumento el tablero; juega contra sí mismo tratando de no descubrirse o ser descubierto en el otro.

4.- El narrador es un buscador de tesoros, el brillo de las palabras lo deslumbra y sólo su experiencia puede hacerlo distinguir el oro entre la arena de los ríos de la memoria. Es un ser inconforme, un rebelde, nunca se siente a gusto con lo que escribió. Es un guerrero, aprende de cada una de las batallas y no espera morirse en el próximo combate: el miedo lo mantiene con vida. El miedo, el gran hacedor de historias. El narrador es Descartes insepulto, vive en sus palabras; escribe, luego existe.

5.- Es Homero relatando la historia de una guerra causada por un simple lío de faldas y contando que los dioses traman desgracias para que los hombres tengamos algo que contar. Es Odiseo atado al mástil de la nave para escuchar los cantos de sirena, porque sin el riesgo la vida no vale nada. De sirenas y de prostitutas está hecha ahora la noche y la calle y por ahí andamos sin ángel de la guarda. Es un asesino privilegiado, es el único con licencia para matar. Así como es testigo omnisciente de los grandes acontecimientos de la humanidad, tanto pasados, presentes, como futuros; es también un historiador de las rutinas cotidianas, de las epopeyas domésticas.

6.- Es un niño frente a una pared blanca y un lápiz en las manos, está fascinado con el desafío de transformarla; es un adolescente encantado mirando a su vecina desnuda. El narrador es el hada de la mañana, el pirata del mediodía, la enamorada mirando llover en una tarde gris y el fantasma de la medianoche.

7.- El narrador sabe que en los jardines la maleza siempre puede esconder algo y que los espacios vacíos pueden llenarse con lo sobrenatural. Es un músico sin instrumento, que busca en su propia voz los sonidos que le darán el tono necesario para satisfacer el estilo que cree suyo entre inagotables estilos que están en la memoria de la Tierra desde que el hombre aprendió a escribir. Es un alquimista buscando la piedra filosofal en el alfabeto. Es un hierofante, un sacerdote que oficia rituales sin feligreses presentes. Es un adicto, sabe que el relato de hoy no será el último.

8.- El narrador es Giacomo Casanovas, los vacíos sin palabras le sugieren el cuerpo de la mujer deseada, es el amante que cuida de no violar la hoja virgen, simplemente la seduce. Es un onanista, la escritura es su orgasmo.

9.- Es un hacedor, inventa y destruye mundos en cada oración. Es un pequeño dios creando personajes, circunstancias, espacios, tiempos y, sin embargo, sus personajes, como en toda creación, cobran sus propias vidas y se encarnan en la mano del escritor. Sabe que hay muchos mundos y que todos ellos están en su interior, su imaginación es su propio universo, diverso, multiverso, que discurren como un río en su interior.

10.- El narrador es un hechicero penitente, sabe que su escritura no cambiará el mundo y aspira a que, por lo menos, lo ayude a cambiar a él mismo.

(*) Homero Carvalho Oliva, Bolivia, 1957, escritor y poeta, ha obtenido varios premios de cuento, poesía y novela a nivel nacional e internacional. Su obra literaria ha sido publicada en otros países por prestigiosas editoriales y traducida a varios idiomas; poemas, cuentos y microficciones suyas están incluidos en más de cincuenta antologías internacionales, además de revistas y suplementos literarios por todo el mundo. Es autor de antologías de poesía boliviana, de cuentos y microcuentos internacionales publicadas en varios países.
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
homeroantonio@gmail.com
seresdepalabras@yahoo.com

jueves, 14 de marzo de 2024

DECÁLOGO DE JORDI SIERRA I FABRA SOBRE LOS LIBROS Y LA LECTURA

 

JORDI SIERRA I FABRA nació en Barcelona el 26 de julio de 1947.


























Tuvo sus primeras incursiones profesionales en la música, otra de sus grandes pasiones. Fue uno de los fundadores del programa de la Cadena Ser "El Gran Musical", y en 1970 abandonó los estudios para convertirse en comentarista musical, lo que le permitió viajar por todo el mundo con grupos y artistas del momento para cubrir sus actuaciones y escribir reportajes.

 

En 1981 logró el Premio Gran Angular de literatura juvenil por El cazador, y repitió dos años más tarde con ...En un lugar llamado tierra. Volvió a hacerse con él en 1990 por El último set. A lo largo de su carrera ha obtenido cuantiosos galardones, como el Premio El Barco de Vapor de literatura infantil (2010), el Ateneo de Sevilla en 1979, Premio Edebé de Literatura Infantil (1993) y el de Literatura Juvenil (2006), el Premio A la Orilla del Viento de México (1999) y el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2007 y el Premio Cervantes Chico en 2011, entre otros muchos.

 

Ha impartido numerosas charlas sobre literatura infantil y juvenil, ocupación que sigue desarrollando aún hoy en centros de enseñanzas, bibliotecas y otras instituciones de España e Hispanoamérica. Cuenta con la Fundación Jordi Sierra i Fabra, creada en pos del fomento de la lectura y de la escritura entre los más jóvenes, la cual, desde 2006, entrega el premio literario que lleva su nombre para jóvenes escritores.

 

Sus obras se sumaron una tras otra, al igual que los reconocimientos que ha cosechado a lo largo de su carrera. Algunos de sus libros han sido adaptados al teatro y al cine, y es uno de los autores más vendidos en nuestro idioma. Entre sus trabajos también encontramos numerosas biografías de artistas internacionales de rock, como John Lennon, Michael Jackson, Bob Dylan, The Beatles o Rolling Stones.

 

De su libro de escritura creativa, LA PAGINA ESCRITA tomamos el siguiente decálogo:

 

Un buen libro puede cambiar la vida de las personas.

Esta es la razón de que un buen libro pueda cambiar la vida de las personas. A todos nos ha marcado una obra a lo largo de nuestra vida, y por lo general esto sucede, y con plenitud de fuerza, en la adolescencia. En el otro extremo, leemos por ocio, por entretenimiento y evasión, para vivir aventuras, ser astronautas o piratas, excelsos amantes o viajeros apasionados. Necesitamos nutrir el espíritu y reforzar el alma, o puede que sea al revés. Da lo mismo. La persona que no lee está muerta en vida, ausente y coja, perdida de referencias. Todos necesitamos muletas para movernos por la vida, a la edad que sea. Leer es la mejor de ellas. El invisible poder de la palabra escrita es una luz sólida que nos ilumina y nos da fuerzas.

Previo a escribir: leer.

En una ocasión, en una conferencia, me atreví a realizar un decálogo propio en torno a los libros y la lectura. Creo que encaja aquí, como parte de esta teorización sobre la singularidad de la palabra escrita, el placer de leer como antesala de la virtud de escribir:

DECÁLOGO DE JORDI SIERRA I FABRA SOBRE LOS LIBROS Y LA LECTURA

1.     El libro, lo mismo que el arte en general, ha de estar presente de forma natural y habitual en la vida de los jóvenes.

2.      El libro no es un patrimonio exclusivamente cultural, sino un elemento más de entretenimiento en un mundo abierto cada día a más opciones de ocio global.

3.      Un libro es como un disco, una película, un vídeo o un juego: pura evasión.

4.      La biblioteca es el mayor salón de juegos (gratuito) del mundo, y hay siempre una más o menos cerca de ti.

5.      Leer nos hace independientes, nos da personalidad, poder, fuerza, ideas propias, nos diferencia de los demás.

6.      Leer es la principal llave de esa puerta llamada libertad.

7.      Leer es la única droga que de verdad nos abre la mente, nos da luz y nos cambia.

8.      Al leer, al sentir, recordamos que estamos vivos, y que esto es un privilegio.

9.     Cuando el mundo intenta darnos alcance y asquearnos, leer es lo único que nos devuelve a nuestra condición humana.

10.                        Leer es como hacer el amor: estás tú y el libro, solos, compartiéndolo todo.

Si leer nos hace formar parte de una realidad global, en la misma medida las personas que escriben necesitan hacerlo para sentirse vivas.

Así pues, ¿por qué escribir? ¿Para vivir? ¿Para comunicarnos? ¿Para saber que existimos?

Haría falta un libro entero para hablar de ello, y no hay tiempo ni espacio para tanta elucubración, sobre todo si el que escribe la respuesta es un loco, un apasionado, un enfermo de la escritura, como es mi caso. Una de mis frases más conocidas dice: «Escribir es el orgasmo continuo», y con esto creo que todo queda dicho.

Hasta 2006 he escrito más de trescientos libros, de todos los géneros(para 2024 van más de 550, el hombre no para nunca), y he ganado premios literarios en muchos de ellos, desde la ciencia ficción al thriller político y desde el



 

 

 

 

 

 

sábado, 6 de enero de 2024

Apuntes para una teoría del cuento - Julio César Londoño

Apuntes para una teoría del cuento

Julio César Londoño
05 de enero de 2024 - 09:05 p. m.


Julio César Londoño

Imagen tomada del Twitter del autor

https://twitter.com/julioclondono







Tomado de: https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/julio-cesar-londono/apuntes-para-una-teoria-del-cuento/

El cuento admite varias definiciones. La definición camorrera sostiene que un cuento es una novela libre de ripios. Con argentino aplomo, Cortázar dijo que el cuento era una narración de 20 páginas máximo. Poe lo practicó como una máquina de horrores cuyo eje es la tensión. Si sumamos estas definiciones concluimos que el cuento es un relato breve cuyo protagonista es el argumento y su alma es la tensión.

 

Nota. No existe el género relato. Relato significa relación de sucesos. Es una etiqueta que abarca la novela, el cuento, el drama, la cuentería, la anécdota y el chisme.

 

Los maestros advierten que el cuento puede partir de una anécdota pero tiene la obligación de editarla, complicarla y llevarla a las alturas del arte y la ficción.

Ejemplo de anécdota: un padre abofetea a su hijo de siete años delante de sus amigos. El niño llora y piensa: voy a matar a este viejo marica. Luego el padre se arrepiente, lo abraza, le pide perdón, el niño sonríe y lo perdona. Fin de la anécdota.

 

Ejemplo de cuento. Un padre le pega a su hijo. El hijo llora y se promete: lo mataré. Pero luego se reconcilian. Se abrazan. El hijo sonríe amorosamente y piensa: voy a matar a este viejo marica. Lo envenenaré. En este momento el relato trasciende la anécdota y alcanza las alturas del cuento.

 

Es difícil distinguir un cuento realista de una crónica porque solo los diferencia el hecho de que “la crónica es un cuento que es verdad” (GGM). Pero los buenos lectores intuyen la diferencia. La huelen en la sonrisa de ese niño súbitamente asesino, o en un guiño intertextual, o en el filo de la prosa, o en la aparición de un narrador omnisciente, ese superojo que es patrimonio exclusivo de la ficción.

 También es moderno el concepto de “literatura fantástica”. El mundo medieval era tan delirante que nadie pensaba que las brujas, los dioses, los magos y los dragones fueran criaturas fantásticas. Los dioses y los dragones pertenecían al más rancio costumbrismo. Es entre los siglos XV y XVI, cuando los dioses pierden terreno y el escepticismo empieza a sospechar de todo, que se acuña la expresión “literatura fantástica”.

 

El deber de la crónica es la verdad. Al cuento solo le pedimos verosimilitud. Para gozar y sufrir las mentiras de la ficción, exigimos que sean creíbles, verosímiles. Para lograrlo, el cuentista echa mano de un testigo serio: un escéptico, un gato, un espejo. Supongamos que el autor quiere convencernos de que hay un fantasma en la alcoba del protagonista. Entonces recurre a la declaración de un testigo escéptico, uno que no cree en fantasmas, como en Otra vuelta de tuerca de Henry James. O nos muestra un gato erizado, prueba patente de que en la habitación hay una potencia sobrenatural, una entidad que solo el gato puede sentir. O recurre a la prueba del espejo: todos vemos al conde Drácula pero los espejos no lo reflejan, y esto es suficiente para crisparnos el alma. Esa no-imagen es más terrible que sus colmillos, su lujuria y su sed roja.

 

Los enemigos del cuento son la cantaleta moral, la corrección política, los excesos líricos y la erudición. También es grave subestimar la inteligencia y la credulidad del lector.

 

P. S. Desde el último sábado de enero estudiaremos el cuento y otros géneros (la crónica, la crítica literaria, el ensayo de divulgación científica y la poesía) en mi taller virtual de escritura, un foro que inventé para descubrir con los alumnos las posibilidades de ese viejo y querido instrumento, la lengua española.

Mas articulos del autor J.C.Londoño:

https://decalogosliterarios.blogspot.com/search/label/Julio%20C%C3%A9sar%20Londo%C3%B1o



domingo, 9 de abril de 2023

DECALOGO PARA EL ESCRITOR DE GÉNERO NEGRO LATINOAMERICANO

 

DECALOGO PARA EL ESCRITOR DE GÉNERO NEGRO LATINOAMERICANO

Autor: Emilio Alberto Restrepo


















Libros del personaje JOAQUIN TORNADO, DETECTIVE, del autor

http://joaquin-tornado-detective.blogspot.com/


Con alguna frecuencia me preguntan en charlas, talleres y conferencias por mi experiencia como escritor de género negro. Me piden consejos y sugerencias para la creación de personajes y atmosferas que ambienten de manera eficaz las historias. Pues bien, aprovechando que en el último mes se dio la coincidencia de que ocurriera en forma reiterada, aproveché para resumir una especie de decálogo, con los conceptos que aplico para la estructuración de mis novelas. Hago especial énfasis en la condición de latinoamericano, sin negar mi gusto personal por la literatura de otros continentes, siempre guardando el respeto por los referentes, los grandes maestros y los personaje icónicos.

1. Investigar y conocer bien el contexto social, económico, histórico y político de la región (con énfasis en La Ciudad) y utilizarlo con los personajes, para enriquecer las historias y hacer que reflejen las características propias de la región y sus desafíos.


2. En cuanto a los personajes: Crear personajes complejos y realistas, que reflejen la diversidad y complejidad de la sociedad latinoamericana. Crear un personaje vívido y multidimensional, que tenga una personalidad definida y única, y que esté bien desarrollado tanto física como psicológicamente. Darles a los personajes una historia de vida interesante y coherente, que explique sus motivaciones y objetivos, y que sea relevante para la trama. Especial énfasis a los antagonistas. Mientras mejor el malo, mejor el conflicto y mejor la historia.

 

3.Utilizar el lenguaje de manera efectiva y evocadora para crear atmósferas y ambientes que reflejen el mundo de tus personajes. Diálogos contundentes, cada personaje con su propia identidad de lenguaje, descripciones económicas y precisas.


4.Tratar temas relevantes y universales como la violencia, la corrupción, la discriminación y la desigualdad, pero haciéndolo desde una perspectiva local y única. Tratar los temas difíciles con respeto y sensibilidad, evitando caer en el sensacionalismo o la trivialización.


5.En el género, la tensión es fundamental, hay que dosificar la información, creando tramas intrincadas e ingeniosas que mantengan al lector interesado y lo sorprendan en cada vuelta de página, que desafíe al personaje a usar su inteligencia y confronte al lector con sus habilidades para resolver el caso (y tratar de que no lo logre, sin sentirse engañado).


6. Utilizar la investigación y la resolución de crímenes como una herramienta para explorar los aspectos más oscuros de la condición humana, sin perder de vista la posibilidad de redención y justicia. Tratar de no pontificar, no ser pedagógico mi moralista, no usar moralejas. La reflexión sobre la ética y lo social se desliza con sutileza, nunca de manera pegajosa, el lector no está buscando consejos; la reflexión debe estar implícita, sin que sea una declaración explicita. Se infiere, se huele, pero no se evidencian de manera confrontadora. EJ: no se dice que la política es sucia, se muestra un político abyecto y corrupto a través de sus hechos.


7. Experimentar con técnicas literarias y narrativas para crear una obra original y fresca que destaque en un mercado saturado, y que demuestre la calidad y potencial de tu personaje de detective (o villano) latinoamericano.


8. Conectar con los lectores a través de las redes sociales y otros canales de comunicación, creando una comunidad de seguidores fieles.


9. Leer y estudiar a los grandes maestros del género negro, tanto latinoamericanos como internacionales, para aprender de su técnica y estilo, y así poder llevar tus propias historias a nuevos niveles de excelencia.


10. Conectar con los lectores a través de los rasgos y personalidad del personaje, creando una conexión emocional que les haga sentir como si lo conocieran, que lo sientan como propio. Tratar de no repetir los estereotipos norteamericanos. No son iguales las mujeres fatales locales que las gringas, ni el modelo de un policía sueco es aplicable a un investigador latino. El campo y las ciudades son distintas en cada continente, los insultos, los piropos, los modismos y expresiones locales son difíciles de trasladar.

 

Otras propuestas pedagógicas (DECALOGOS DE TALLER) que propongo para complementar:

decálogo del villano perfecto en literatura

https://decalogosliterarios.blogspot.com/2023/01/decalogos-de-taller-literario-propuesta_25.html


decálogo del escritor urbano:

https://decalogosliterarios.blogspot.com/2023/01/decalogos-de-taller-literario-propuesta.html

 

 decálogo para el diseño de un adecuado conflicto: 

https://decalogosliterarios.blogspot.com/2023/01/decalogos-de-taller-literario-propuesta_19.html